El ineficiente manejo de la economia de Chavez provoca inflacion y desabastecimiento en Venezuela
En Venezuela, ante la desbocada inflación y el creciente desabastecimiento en los mercados de alimentos básicos, como carne, pollo, azúcar y leche, el presidente Hugo Chávez amenazó con cárcel a los dueños de tiendas de comestibles y supermercados, amenazándolos también con nacionalizar sus empresas si acaparan mercancías e incumplen el control de precios.
El dictador Chávez se sorprende que haya escasez en Venezuela. A pesar de que la ciencia económica lleva más de doscientos años explicándolo, él no sabe que la inflación monetaria hace que suban los precios. Tampoco comprende que cuando se prohíben los aumentos de precios, el resultado es que aumentan las cantidades de productos que la gente quiere comprar, sin que al mismo tiempo aumente la cantidad de bienes ofrecidos en venta y, por lo tanto, el resultado es desabastecimiento. Es decir que debido a la regulación de los precios, la gente simplemente trata de comprar mucho más de lo que hay disponible.
Chávez no sabe, o quizás no quiere saber, que si él quiere acabar con la escasez, lo único que tiene que hacer es eliminar el control de precios. El alza en los precios entonces reduciría la demanda de productos a un nivel que coincide con la oferta de estos mismos, a la vez que incentiva una mayor producción de ellos. Tampoco sabe, o no quiere saber, que si quiere detener el aumento de los precios, la única manera de lograrlo es frenando la inflación.
Por último, Chávez debería saber que si lo que quiere es que bajen los precios y que haya una mayor oferta de productos, a precios accesibles para sus compatriotas, tiene que dar una vuelta de 180 grados en sus políticas económicas. Esto significa que tendría que cambiar sus políticas socialistas de nacionalización por privatizaciones, reemplazando sus amenazas, controles y regulaciones con libertad económica. Estas son las políticas que ofrecen incentivos y oportunidades para que aumente la producción, ampliándose así la variedad y abundancia de productos y servicios, a precios cada vez más bajos y al alcance de la gente.
Pero eso sería esperar demasiado de Chávez, quien aparentemente no se enteró del colapso de la Unión Soviética ni de lo que ha sucedido a lo largo de medio siglo en Cuba y en Corea del Norte, donde dictaduras comunistas mantienen al pueblo pasando hambre y necesidad. La ignorancia manifestada en su anunciado socialismo del siglo XXI comprueba que no solamente vive en el siglo equivocado, sino en el planeta equivocado.
Todo esto parece un chiste malo hasta que uno se da cuenta lo que está sufriendo tanta gente. Todo parece indicar que muchos venezolanos tendrán que pasar hambre, emigrar o morir antes de que ese bufón desaparezca.
Fuente : Analitica.com (Venezuela)
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