domingo, 27 de enero de 2008

¿Quién es el verdadero responsable de la crisis de Gaza ?

Todos los meses de 2007 y lo que va de este año, día sí y día también Hamás ha bombardeado territorio israelí. Los fundamentalistas de Haniya están decididos, desde que accedieron al dominio de Gaza, a provocar a Israel hasta lo indecible y presentarse después como víctimas de las represalias. Y si cuela, como solución al desastre del que son únicos responsables. Pero cuando las represalias israelíes son del tipo de las que desde el 27 de octubre decidió Ehud Olmert, armadas, sí, de paciencia y efectividad estratégica, Hamás no tiene salida digna. El gobierno israelí, hastiado de recibir la hostilidad ideológica, política y militar de los radicales de Gaza, cortó el suministro eléctrico procedente de la central de Askhelon.

¿Tienen derecho el millón y medio de palestinos que sostienen a Hamás a recibir electricidad de quien sufre sus cohetes?. La central israelí, que les abastece de la mayor parte de la energía que consumen, en torno a un 72%, también es objeto frecuente de sus cohetes. No se sabe si dirigidos por error, por aquello de cuanto peor, mejor, o por la estupidez, pero ocurre. Ni las ingentes subvenciones europeas e iraníes les sirven a los de Hamás más que para producir el 20% de la electricidad de la franja y es Egipto quien le aporta el 8% restante.

Ni producen ni dejan producir. El islamofascismo de los de Haniya, ni deja vivir a los israelíes, ni a sus propios súbditos, fanatizados o atemorizados. El pasado mes de diciembre, visto el desgaste en recursos y en popularidad entre los propios palestinos, Haniya propuso una nueva tregua a Israel. La idea del líder terrorista es que, unilateralmente, Israel cesara la búsqueda de los responsables de los ataques y acabara con los cortes intermitentes de fluido eléctrico. La propuesta de tregua se inscribe en la tradición táctica árabe de la “hudna”. Consiste este viejo recurso en utilizar el alto el fuego del enemigo como tiempo de reorganización y recomposición.

El termino”hudna” proviene de la historia de la conquista islamica de La Meca. En lugar de una rápida victoria, Mahoma hizo un tratado con la tribu de los Quraysh por 10 años. En el año 628, y solo dos años después del tratado, Mahoma y sus fuerzas concluyeron que los Quraysh se habían debilitado lo suficiente. Los musulmanes rompieron el trato y tomaron toda La Meca sin ningún tipo de oposición.

La “hudna” no es, por ello, una reliquia histórica. Hamás utilizó la táctica mahometana durante la tregua que abarcó desde los últimos meses de 2006 y los primeros de 2007. Durante ella Haniya reordenó sus efectivos, adquirió arsenal, especialmente misiles Kassam, y preparó sus baterías. Ese es el origen inmediato de la actual crisis, la última “hudna”. Cuando, tras golpear objetivos civiles en Israel y malgastada sus fuerzas, los israelíes responden con claridad, piden otra tregua, otra “hudna”, otro alivio para recuperar armas y terroristas fanatizados. Y esta vez el gobierno de Olmert, por puro sentido de la responsabilidad no les deja hacer. En palabras suyas, que apoyamos quienes defendemos el derecho de Israel a existir, se trata de una “guerra real y se continuarán realizando operaciones contra los terroristas… como se ha venido haciendo durante muchos meses”.

Fuente : Diario De America

martes, 22 de enero de 2008

Hablemos de Israel

Más de 40 misiles Qasam fueron disparados hoy hacia Israel y estallaron cinco en la ciudad de Sderot y otras poblaciones que rodean Gaza. Dos de los misiles impactaron en edificios y provocaron daños de consideración". Esta crónica, que he reproducido de la prensa israelí, pertenece a la semana pasada, pero podría reproducir la situación de cualquier día, de cualquier mes, de cualquiera de los últimos años.

El propio Hamas habla de doscientos cohetes y más de cien proyectiles de mortero, lanzados en la última semana. Esta cotidianidad en el uso masivo de cohetes marca, a su vez, la cotidianidad con que se vive en las zonas del sur del país, donde las escuelas, el trabajo, la compra, todo está supeditado a la permanente agresión bélica que llega desde Gaza. Ello sin contar la trágica tensión por los soldados aún secuestrados, o el conocimiento explícito del tipo de educación para el odio, que se imparte desde la escuela y la televisión palestinas, utilizando incluso a los mitos de Walt Disney. O el tráfico de armamento, desde la frontera de Egipto.

Cada vez que Gaza estalla en la prensa internacional -y sólo estalla cuando, finalmente, hay una reacción israelí-, detrás de la noticia, subsisten centenares de ataques previos palestinos, cuya bondad periodística no moviliza ningún interés. ¿Significa, ello, que toda reacción israelí está justificada? De ninguna manera, y a los hechos me remito.

Creo que Ehud Olmert, en su necesidad de demostrar que es un líder fuerte -después de la acumulación de errores de la guerra del Líbano-, ha tomado decisiones que, si bien tienen una lógica militar, no tienen una lógica democrática. No se puede justificar, de ninguna manera, el aislamiento total de una población civil. Incluso, aún sabiendo la implicación de esa población en el hostigamiento permanente contra Israel.

Sin embargo, que no lo defienda, no significa que olvide la crítica situación que vive Israel, en guerra declarada o latente desde hace décadas, rodeado de millones de enemigos que quieren hacerlo desaparecer, demonizado por casi todos, vigilado hasta el delirio por la prensa internacional, y el único de todo el mundo que no puede perder la guerra ni un solo día.

No tengo ninguna duda que, a pesar de su notable inteligencia militar y de su armamento, Israel es el país débil de la zona. A diferencia de sus enemigos, que pueden permitirse dictaduras temibles, apoyo logístico a todo tipo de grupos terroristas y hasta amenazas de destrucción, Israel mantiene una sólida democracia, aporta avances científicos a la humanidad, y además está obligada a dedicar el grueso más substancial de su PIB a la urgente necesidad de defensa. Es el único país del mundo que vive en una situación de hostigamiento extremo desde que existe, y sin embargo es el único que tiene que pedir perdón por sobrevivir.

Lo que está ocurriendo, pues, en Gaza, es el enésimo capítulo del capítulo de siempre, cuyo recorrido previsible no implica, desgraciadamente, que no se repita. Hamas mantiene la violencia cotidiana, mantiene la amenaza global, y mantiene el adiestramiento en el odio antiisraelí. Por supuesto, mantiene también el elogio público al martirio. Toda esta bomba de tiempo, que estalla periódicamente, como estalló la bomba de Hizbulah, y acabó en la guerra del Líbano, no merece ni la reprobación de la Liga Árabe, que solo se reúne para demonizar a Israel, ni la crítica de la ONU, ni el repudio internacional.

Por el contrario, todos los movimientos de defensa israelíes son demonizados al instante, y ahí tenemos a la corte de intelectuales de pro, alzando su indignación al sol. Me parece bien la crítica democrática a Israel. Pero, para ser creíble, sería bueno escuchar algo de solidaridad con las víctimas israelíes, algo de denuncia al terrorismo islamista palestino, algo de indignación por el uso corrupto de las ayudas internacionales, y algo de preocupación por el papel bélico de los países de la zona. Y sin embargo, el silencio. Lo cual lleva a una conclusión inevitable: que, respecto a Israel, la frontera entre la crítica democrática, y la criminalización maniquea, es tan frágil que se viola en la mayoría de comentarios. Sobre Israel no se hace análisis político. Se perpetúan los viejos artes de la difamación y la propaganda.

Fuente : La Vanguardia (España)

martes, 15 de enero de 2008

Ahora ya sabemos que negociaron Chavez y las FARC

El presidente Hugo Chávez destapó él mismo qué negoció con las FARC a cambio de la liberación de Clara Rojas y Consuelo González: sacar a la guerrilla colombiana de la lista negra internacional de organizaciones terroristas.

A cambio de un “plato de lentejas” —dos de más de setecientos secuestrados— Chávez pretende que se legalice un grupo que lleva 40 años aterrorizando a Colombia. De esta manera, Manuel Marulanda Tirofijo podría instalar en Venezuela su “embajada” desde donde dirigir sus operaciones armadas contra Colombia y sus operaciones de narcotráfico desde suelo venezolano a Europa y Estados Unidos.

Ni la recién liberada Clara Rojas, pese a manifestar síntomas del síndrome de Estocolmo, pudo mantenerse impasible ante tan descarada petición y recordó el secuestro es un crimen de lesa humanidad y las FARC retiene en la actualidad a más de 700 personas contra su voluntad en condiciones penosas, como la de los hombres atados con cadenas a los árboles para que no puedan escapar.

Se puede pasar por alto que Chávez sienta afinidad ideológica con los guerrilleros marxistas, se le perdonó que intentara mediante un golpe de Estado imponer un Estado socialista, pero ¿cómo piensa sostener ante la comunidad internacional, y especialmente ante sus vecinos colombianos, que los crímenes contra civiles cometidos por la guerrilla no hay que tomarlos en cuenta y ésta merece ser privilegiada con el estatus de organización política no beligerante?

Es de pena ajena ver cómo el propio Chávez, que no ha dudado en llamar “terroristas” a los estudiantes venezolanos y a la prensa que se oponen a su revolución, pide que le retiren este apelativo a las FARC, que cuenta por miles sus asesinatos.

Me gustaría saber qué pensaría el mandatario venezolano si surgiera en Venezuela una guerrilla que secuestrara civiles, saboteara su industria petrolera y cometiera atentados contra la población para intentar derribar su gobierno, y el presidente Álvaro Uribe recibiera a los rebeldes venezolanos con abrazos, llamándolos camaradas y pidiendo que fueran considerados “organización no beligerante”.

Hay que tener poca vergüenza.

Fuente : Cronica (Mexico)

miércoles, 9 de enero de 2008

Human Rights Watch denuncia la represion en Iran

Irán: Terminar represión generalizada de la sociedad civil

Leyes de seguridad vagas restringen drásticamente la disidencia pacífica

El gobierno iraní se basa en los términos generales de “leyes de seguridad” para suprimir virtualmente cualquier expresión pública de disidencia, Human Rights Watch dijo en un reporte publicado hoy. El gobierno utiliza estas leyes para someter a personas arrestadas a prolongadas detenciones incomunicadas sin acusación formal, en aislamiento penal y sin posibilidad de recibir consejería.

El informe de 51 páginas “Puedes detener a quien sea por lo que sea: Irán expande la represión del activismo independiente”, documenta la ampliación del alcance y el número de individuos y actividades perseguidas por el gobierno iraní en los últimos dos años.

“Docenas de leyes iraníes proveen al gobierno cobertura para suprimir cualquier actividad pacifica que se perciba como crítica de sus políticas”, dijo Sarah Leah Witson, directora de Medio Oriente para Human Rights Watch. “Las autoridades pueden pisotear los derechos fundamentales del pueblo y aún así aseguran actuar legalmente”.

El informe “Puedes detener a quien sea por lo que sea” se apoya en información ofrecida por detenidos y testigos presenciales, así como en un análisis detallado de las leyes de seguridad iraníes. Asimismo documenta cómo el gobierno utiliza el pretexto de preocuparse por la seguridad para detener y negar derechos a un proceso justo a una serie de activistas de la sociedad civil. Estos incluyen a activistas de derechos de la mujer que buscan cambios en las leyes de Irán que discriminan en contra de las féminas, a estudiantes que trabajan para reformas sociales y políticas, a trabajadores que piden mejores salarios y sindicatos independientes, y a periodistas y académicos, incluyendo a quienes no cuentan con historial de activismo político.

Desde que el presidente Mahmoud Ahmadinejad tomó el poder en agosto de 2005, oficiales del gobierno crecientemente utilizan a la “seguridad” como causa de la persecución del activismo independiente. Una serie de leyes dentro del Código Penal Islámico de Irán titulado “Ofensas Contra la Seguridad Nacional e Internacional del País” sienta las bases para que el gobierno suprima el activismo político pacífico y niega a los arrestados los derechos a un debido proceso.

Crecientemente el gobierno también ha arrestado a individuos bajo cargos de seguridad que se basan en sus conexiones con instituciones extranjeras, personas o fuentes de financiamiento. En la mayor parte de los casos documentados en este informe, las autoridades han acusado a los arrestados de socavar la seguridad nacional a través de sus conexiones extranjeras.

Ver articulo completo en Human Rights Watch

viernes, 4 de enero de 2008

El retrovisor del islam

Un muy buen articulo de Pilar Rahola :

Parece una cuestión menor. Al fin y al cabo, que en dictaduras como Arabia Saudí, donde lapidan a mujeres, donde condenan a una joven a ser azotada y encarcelada por haberse "dejado violar", y donde los homosexuales son condenados a muerte, que se borren la cruz de Sant Jordi de las camisetas del Barça, no es el principal problema de los derechos humanos.

Sin embargo, es un síntoma significativo del mensaje antioccidental que respira el rigorismo fundamentalista. Aunque la intolerancia más conocida de esta ideología - no hablamos de religión, sino de ideología- es la antisemita, que impregna, desde las escuelas, hasta el periodismo o la política, no es menor la intolerancia anticristiana, convertida en una forma de pensamiento. Quizás, se trata del sustrato mismo del pensamiento antioccidental que tantos réditos da al yihadismo. No olvidemos que el odio al judío es explícito y burdamente justificado por el conflicto de Oriente Medio. Por tanto, más obvio.

Sin embargo, el odio al cruzado, que es más sutil, está igualmente articulado, se potencia sin pudor y conforma las leyes de muchos países. La persecución a los cristianos no es un eufemismo, ni representa los aspectos más coloristas de las proclamas de Al Qaeda, sino que, por ejemplo, rige las leyes religiosas del país de los Saud. Se habla poco de ello, como de todo lo que no entra en los rígidos límites de lo políticamente correcto, pero es un hecho muy grave. Además de las sistemáticas detenciones contra ciudadanos extranjeros que practican el cristianismo - fue sonoro el caso de John Thomas, torturado por la muttawa delante de su hijo de cinco años, y encarcelado porqué reunía amigos para la oración-, las leyes prohíben entrar una Biblia en el país, prohíben a los cristianos comprar propiedades, y cualquier signo religioso que no sea islámico, es castigado con penas que pueden llegar a la muerte. Incluso se deporta a aquellos que no cumplen el Ramadán. Como dijo alguien, "en Arabia Saudí los cristianos viven en las catacumbas".

Y no es el único país donde no profesar la fe de Mahoma, implica ser un ciudadano de segunda, fácilmente considerado un delincuente. Todo ello, que ocurre con diurnidad y alevosía, no mueve la condena internacional. Al contrario, recordemos que el jefe del Estado concedió la más alta distinción nobiliaria española, el Toisón de Oro, al rey Abdulah bin Abdelaziz.¿Se trata de la derivada religiosa, de lo que es una intolerancia integral contra los derechos fundamentales? Si fuera así, sería más simple.

Pero la cuestión está imbricada en el pensamiento fundamentalista histórico, y es recurrente en todos los textos teóricos que inspiran, tanto al wahabismo político, como al yihadismo violento. Si uno tiene la paciencia (y el estómago) de leer a Hasan al Banna, fundador en los años treinta de los Hermanos Musulmanes de Egipto, o, peor aún, a teóricos profusamente leídos por los jóvenes musulmanes actuales, como Sayid Qutb o Yusuf al Qaradaui, verá que la referencia contra los "cruzados" y el mundo occidental, es la referencia central.

Todo ello parte de un hecho histórico inequívoco, el terror de los cruzados medievales, pero hace trampa con la historia, a la que presenta como un concepto maniqueo donde los "buenos musulmanes" han sido siempre violentados por "los malos cristianos". La aportación a las ciencias, a la medicina, a los derechos humanos que también ha significado el mundo cristiano, desaparece de ese relato, como también desaparece cualquier atisbo autocrítico. El hecho, por ejemplo, que durante siglos el islam tuviera un gran califato turco, y que ello no implicara un avance substancial en derechos y en modernidad, no existe en los análisis.

Se trata de una mirada con retrovisor, nostálgica de la épica pasada, pero incapaz de asumir los retos democráticos del presente. Mirada medieval con gafas de diseño del siglo XXI. La cruz, pues, no molesta por su pasado cruzado. Ello sería tanto como considerar que la media luna es molesta, por culpa de la actual Al Qaeda. Lo que molesta es la diversidad que representa, en un discurso que basa, en la intolerancia y el pensamiento único, su interpretación del mundo.

Fuente : PilarRahola.com